jueves, 17 de diciembre de 2009

Por fin diciembre

Querida Amiga:
 se que te tengo un poco abandonada pero, como ya sabes, tengo que sobrevivir al mes de los muertos.

Ea, que ya es hora de renovarse, hay que sacudirse la melancolía que deja el més de noviembre. Hay que ver que ni porque el tiempo haya hecho que pareciera un mes de primavera he podido huir de la tristeza, pero bueno como cada año he sabido renacer de mis propias cenizas.
Para celebrarlo nos fuimos el otro día al centro, a verte. Estaba "atestao". A mis hijos se les sigue iluminando los ojos cuando ven el ambiente, ya van teniendo edad de contar sus propias historias de su ciudad y preguntan por todo lo que les resulta nuevo. "Que de gente mamá, parece Semana Santa, hasta huele parecido.- Esque lo que se quema ahora no es incienso, es mirra". Además nos llevamos una grata sorpresa cuando entramos en la catedral: tocaban el órgano (suave pero imponete), sonaba en cada columna. Era hora de misa, buscamos el altar mayor y cuando llegamos nos quedamos con la boca abierta, bailaban los Seises vestidos de celeste y con sus alegres sombreros de pluma. Solo por tener esa visión mereció la pena el paseo. Gracias por tan bello regalo. Volveremos pronto para seguir el eco de los coros de campanilleros por las calles.
Saludos navideños

Rosa