lunes, 17 de agosto de 2009

El baile

Coinciden algunas veces cada dos, tres, o un mes según esté estipulado.
He coincidido en alguno de estos encuentros y siempre se produce una situación ...¿extraña?, no se como decirlo. Es como un baile de miradas y movimientos complicados. Unas veces él la mira de forma posesiva pero procurando que ella no se de cuenta, ella se recrea en su cuerpo cuando él no la mira. Sus conversaciones son un patrón establecido; técnicamente muy correctas, aveces se produce una tensión que para mi resulta difícil de aguantar, otras siguen hablando hasta olvidar el patrón y se hace magia, hasta ella es capaz de reír y su risa es libre y él la mira y se contagia de esa libertad... Pero, de pronto, cuando se dan cuenta de donde han llegado se quedan mudos y vuelven a esconderse. Esto ocurre desde hace algunos años, no parece que pueda haber cambios pero al principio era diferente...

Coincidimos todos por casualidad, nos presentamos..., lo típico. En los siguientes breves encuentros hablábamos de temas un poco más personales y yo empecé a observarlos. No podía dejar de hacerlo, hablaban y en sus ojos había una luz brillante, tanto que todos nos fuimos dando cuenta de ello, era algo ipnotico, eran dos almas gemelas bailando suspendidas la melodía que le imponían sus miradas. Repentinamente, un día, dejaron de hablar, fue increíble, conversaban de cosas, arte creo que era, se miraban y ella volvió los ojos como si fuera a perder el equilibrio. No he podido saber que pasó, tampoco me atrevo a preguntarle a ella, es mi mejor amiga. Sólo se que sus ojos no han vuelto a mirar a nadie con tanta intensidad, a nadie.
Lo más curioso es que cada uno de ellos tiene su vida independiente y jamás han coincidido ni se han visto a solas en ningún sitio, doy fe de ello.

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