jueves, 11 de noviembre de 2010

Sin titulo

Somos victimas de nuestra propia ceguera.
No sabemos dominar el arte de abrir los ojos y la mente al mismo tiempo y eso nos hace perder un ángulo importante de visión.
Si tus ojos no enfocan bien el objeto a observar tu mente no acepta el concepto de visión.
Si tu mente no reconoce una situación tus ojos están ciegos, por más que mires no encuentras el significado de lo que ves, sólo lo que tu crees que ves.
Lo mismo ocurre entre nosotros. Si llevas toda la vida teniendo un concepto de una persona, por mucho que ésta te muestre que no es lo que tu crees, y tu mente no ha sido capaz de aceptar tu propio error nunca sabrás quién tienes delante. Es triste porque si un día te das cuenta del error piensas cuanto bueno te has perdido de ella.
Tenemos que perfeccionar la vista, entonces nos daríamos cuenta de que en el mundo existe menos rencor, envidia y egoísmo del que creemos.
Es cuestion de saber mirar, como cuando se dibuja, que no hay una línea que defina nada, sólo hay luz y sombra y con ello se crea la forma...

No hay comentarios:

Publicar un comentario