viernes, 28 de mayo de 2010

Soliloquio

No sé, no sé.
A ver que hago yo ahora. Cómo se lo cuento.
Piensa... Esta cabeza me tiene que servir para algo más que para lucir tan buenos pelos, digo yo.
Bueno, veamos. Me presento en su casa y se lo cuento... -mira Mari que te quería decir...- No, a mi mejor amiga no le puedo soltar una cosa así de sopetón, le va a dar algo. ¿Y si nos encontramos, de casualidad y... -¿Mari?, querida, cuanto tiempo, dame un besito, cuentame ¿qué es de ti? oye no te has enterado de lo del otro día...- Tampoco, suena un poco hipócrita, darle un besito para luego largarle semejante historia...
Puede que la llame y la invite a tomar café..., si, lo del café es muy recurrente y a nosotras nos inspira y prepara el ambiente para los grandes cotilleos.
 !Oh¡, desde luego este cotilleo es para café, copa y tertulia.
Cuando se lo cuente...

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